The protester

17 Dic

Resistir supone considerar que hay cosas escandalosas a nuestro alrededor que deben ser combatidas con vigor. Supone negarse a dejarse llevar a una situación que cabría aceptar como lamentablemente definitiva.
Stephane Hessel

Esta semana la revista Time publicó, como suele hacerlo por estas fechas, su número especial sobre el personaje del año. Reconozco que le he tomado gusto a coleccionar estos números como una forma de tomarle el pulso al año que se termina. Este año, 2011, Time ha considerado al manifestante su «person of the year» y ha reconocido así a todas esas personas anónimas que, en distintos lugares del mundo y por distintas, aunque en el fondo similares, razones han puesto en cuestión el sistema en el que les ha tocado vivir.

Quiero imaginar que, puesto en perspectiva, el año 2011 será recordado como el año en el que mucha gente empezó a despertarse y a entender que, con frecuencia, nos sometemos porque nosotros mismos creemos que no podemos cambiar las cosas.

El año pasado, este mismo número seleccionó a Mark Zuckerberg personaje del año 2010 bajo el lema «The connector». Facebook y tantas otras redes sociales han facilitado sobremanera que toda esta gente que se sentía un poco sola gritando en el desierto haya encontrado a otras con las que unirse y compartir sus ideales. Las redes sociales, cual estructura neuronal, nos están ayudando a tejer un entramado de conexiones que el poder tradicional ya no puede controlar.

Me gusta también imaginar que, poco a poco, nos estamos librando de esa necesidad de líderes carismáticos y personalizados. El que este año Time haya elegido a una persona anónima como su personaje del año me hace pensar que, a lo mejor, sin darnos cuenta, este año hemos dado un pequeño gran paso hacia ello.

Estoy esperando, como agua de mayo, que esta próxima semana llegue a mis manos ese número especial de Time que me haga cerrar el año pensando que, quizás, 2011, ha sido un buen año.

Deja un comentario